No quiero sonar malinchista, pero aunque es ‘super entretenido’ ver un partido de Puebla vs Xolos de la Jornada 8 de la poderosísima Liga MX o ver como a mi Cruz Azul le ganan un título en los últimos cinco minutos del partido, existen torneos internacionales que nos ayudan a recordar porqué nos gusta tanto el futbol.
Basta recordar los cuartos de final de la Champions League de 2019 entre Manchester City vs Tottenham, yo no le voy a ninguno de los dos equipos, pero estaba en mi hora de comida y decidí verlo: Terminé emocionado y exaltado de principio a fin. Fue futbol en su máxima expresión. (puedes ver un resumen del partido aquí).
A este partido hay que sumarle decenas de remontadas, goleadas, goles de último momento o de épicas proezas de equipos ‘modestos’ llegando a la final.
Sin embargo, aunque este torneo reúne lo mejor del futbol europeo (y por consiguiente, del mundo), está en grave peligro de desaparecer.
Esta noche, 12 equipos europeos anunciaron que llegaron a un acuerdo para formar una nueva competición, la ‘Superliga europea’, gobernada por el Real Madrid de Florentino Pérez, digo, por sus clubes fundadores.
De esta forma, El Milán, Arsenal, Atlético de Madrid, Chelsea, Barcelona, Inter de Milán, Juventus, Liverpool, Manchester City, Manchester United, Real Madrid y Tottenham Hotspur jugarán su propio torneo de ‘estrellas’ (al que se podrían incluir próximamente PSG, Bayern y Borussia Dortumund), y se olvidarán para siempre de las Champions League (competencia organizada por la UEFA).
Estos equipos permanecerán jugando en sus ligas locales pero van a distorsionar completamente la forma en la que se desarrolla el futbol a nivel mundial.
Para ejemplificarlo tomaremos de ejemplo a nuestra liga MX.
Desde hace décadas, se eliminaron los torneos largos de nuestra liga, ya que los dirigentes del futbol nacional consideran que era poco ‘emocionante’ que el primer lugar del torneo ganara el campeonato (aunque fuera el mejor equipo), así que se establecieron las liguillas y los repechajes.
De esta forma, los mexicanos pueden observar un torneo ‘corto’ de unas 17 jornadas, y después, los mejores equipos calificados nos hacen ‘vibrar de emoción’ en partidos de ida y vuelta para dictaminar a un campeón. Esto se repite dos veces al año, así que tenemos dos campeones al año.
Por lo tanto, nuestra competencia no premia al equipo que juegue mejor durante todo un año, sino al que llegue en mejor momento a la liguilla semestral.
En Europa esto no sucede así, ya que existen diversos incentivos para jugar una liga, los equipos modestos saben que difícilmente van a ser campeones, ya que implica mucha regularidad e invertir grandes cantidades de dinero para darle pelea a los equipos grandes.
Sin embargo, los cupos para jugar Champions League o Europa League (y próximamente, Conference League), eran suficiente incentivo para jugar al máximo nivel hasta el final del torneo.
Con la llegada de la Superliga, desaparecen estos incentivos y solo quedará de dos sopas: O se reconfiguran los clubes europeos o desaparece la Champions League.
A nadie le va a interesar ver una Liga de Campeones sin los 12 o 15 equipos más fuertes del mundo.
Por poner un ejemplo, si excluimos al Big Six de la Premier League de Inglaterra, los equipos que clasificarían a la Champions League del próximo año serían Leicester, West Ham, Everton y el Leed United de Marcelo Bielsa.
Y aunque no suena tan mal, jamás van a generar la misma emoción que el Manchester City de Guardiola o el Arsenal de Mikel Arteta.
Que por cierto, el caso del Arsenal es sublime, ya que aunque nunca han ganado la Champions League (al igual que su máximo rival del norte de Londres, Tottenham), fueron invitados a integrar la Superliga.
Esto afecta la competitividad, ya que el Arsenal no es un equipo de élite en estos momentos, ya tiene cinco años sin jugar rondas finales de Champions League, sin embargo, fue invitado a la Superliga por su historia y los billetes que pueda generar.
Este es un duro golpe para el futbol mundial, ya que la FIFA y la UEFA no van a permitir que su principal torneo, después de la Copa del Mundo, se deprecie de tal manera.
Así que podrían llegar sanciones ejemplares para los jugadores de los equipos que decidan participar en este ‘experimento’. Hay fuentes que ya mencionan que los jugadores de los equipos que integren la Superliga podrían ser vetados de sus selecciones nacionales, así que Héctor Herrera, de Atlético de Madrid, ya no podría ser elegible por parte de la selección mexicana, por citar un ejemplo.
Esta novela va para largo, yo creo que no se va a alcanzar a concretar, ya que el futbol perdería mucho con su implementación. De por sí, la idea de la FIFA de ampliar de 32 a 48 equipos los cupos para la Copa del Mundo de México-EU-Canadá 2026, ya arroja indicios de que será un torneo mediocre, ahora imagínense que pasaría con esto.
Aunque la principal razón de esta iniciativa es económica, los dueños de estos clubs deben tener presente que ellos se deben a sus fans. Si el público termina por despreciar este torneo, van a regresar de rodillas al mítico torneo de Champions League, aunque las consecuencias podrían ser graves.
A su vez, este tema nos lleva a reflexionar… ¿Porqué genera tanto dinero el futbol como entretenimiento?, ¿nunca es suficiente para los dueños?, ¿el futuro del futbol también apunta hacia la regionalización y el clasismo?
Se vienen meses complicados para el futbol internacional, como si la pandemia del COVID-19 no hubiera hecho lo suficiente.