Haber estudiado la educación media superior o superior en México no garantiza un empleo. Al menos así lo reflejan las cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) levantada por el Inegi.
En su informe mensual correspondiente a julio reveló que 48.7 por ciento de las personas que están desempleadas tiene estudios de bachillerato o universidad.
De forma desagregada por géneros, se observó que el 53.4 por ciento de las mujeres que cuentan con este grado de estudios no tiene trabajo, mientras que en hombres, la tasa se ubicó en 45.4 por ciento.
El Inegi también reveló que el 90.5 por ciento del personal desocupado del país cuenta con experiencia laboral.
Por otro lado, sin importar el grado de estudios, la informalidad siguió siendo una opción para una buena parte de la población.
La tasa de informalidad laboral, que es la proporción de la población ocupada que es vulnerable por la naturaleza de la unidad económica para la que trabaja, con aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo, fue de 56.5 por ciento en el séptimo mes de 2018.
De manera complementaria, la tasa de ocupación en el sector informal representó 27.7 por ciento de ocupados en julio de este año, dato superior al observado en el mes previo, de 27.3 por ciento, y mayor en 1.2 puntos frente al de igual mes del año pasado.
Este artículo aparece primero en El Financiero Bloomberg.