Todos necesitamos en algún momento de nuestras vidas una brújula moral, algo que nos indique que vamos por el camino correcto, algo que nos motive a ser mejores personas, a superarnos, algo que nos invite a imaginar, a cambiar nuestra realidad por un momento. Ahí radica el éxito de la mayoría de los superhéroes, los millones de «gordos frikis» que corren por el nuevo cómic de su personaje favorito, lo hacen con esa motivación: la inspiración.
Hay superhéroes que vienen de planetas distintos (Superman), otros que son mutantes (X-Men) y algunos otros que obtienen su poder mediante algún objeto «mágico» (Thor o Linterna Verde) pero hay otros personajes (pocos por cierto) que tienen como principal arma su inteligencia y las habilidades que puedan llegar a desarrollar, teniendo como único límite, el que ellos mismos se impongan.
Este es el caso de Batman, el único superhéroe que puede sobrevivir a los peores directores cinematográficos o a los peores actores de Hollywood, la historia del Caballero de la Noche es tan brillante, interesante e inspiradora que desde que se publicó el primer cómic de Batman en 1987, ha sido exprimida por todos los medios: Series, dibujos animados, películas, historietas, juegos, parques de diversiones, juguetes y un larguísimo etc. y no logran exterminarla, es invencible.
El futuro nos depara al sensual Ben Affleck, interpretando al hombre murciélago en la próxima película «Batman V Superman» (2016), para posteriormente dar inicio al universo de películas de la compañía D.C., donde seguramente habrán más películas en solitario de Batman, pero mientras ocurre esto, Warner Channel estreno con bombo y platillos su nueva serie: Gotham, basada en los orígenes de Bruce Wayne y los inicios del detective James Gordon.
A pesar de que todavía falta por estrenarse la serie The Flash (basada en la vida de Barry Allen), en mi opinión, Gotham es el gran estreno del año, pues la serie lo tiene todo. Espere una semana posterior al estreno para hablar sobre ella por que quería comprobar si la serie podría aguantar el ritmo y mantener las expectativas que originó el episodio piloto (primer capítulo) y las ha superado con creces.
Normalmente, las películas o las historias basadas en la vida de Batman, suelen ignorar la niñez de Bruce Wayne, y no los culpo, la mayoría quiere ver a Batman repartiendo golpes a diestra y siniestra, resolviendo misterios y encerrando maleantes en el manicominio Arkham pero ahora tendremos la oportunidad como televidentes de ser testigos del crecimiento emocional del infante Bruce, ¿Qué lo motiva a convertirse en el vigilante nocturno de Ciudad Gótica?

Todo el mundo sabe que el punto de inflexión en la vida del joven Bruce Wayne es el asesinato de sus padres, a partir de ese momento, él sabe que tiene de dos sopas, tirarse a llorar o enfrentar su futuro y encontrar el camino correcto, después de todo, como diría Alfred (su fiel mayordomo y formador) «Él es un Wayne«, lo único que deberá hacer Alfred es guiarlo y acompañarlo, sabe que debe educarlo, pero también sabe que no es su padre.
Pero por si no fuera suficiente, también veremos los primeros pasos como detective de un personaje que suele ser secundario (con excepción de las películas de Christopher Nolan) James Gordon, un joven detective, cuyo padre fue el mejor fiscal de la ciudad, y que a base de valores éticos incorruptibles, deberá abrirse paso poco a poco en una ciudad aún más oscura y siniestra que la ciudad de México de Miguel Ángel Mancera.
El tinte de los capítulos tiene un aire a series policiacas como «La Ley y el Orden«, pero aderezadas del universo Batman, por lo que será común ver diferentes guiños a lo largo de los capítulos, hasta el momento hay varios villanos que ya han hecho una aparición en la serie, como es el caso del Pinguino y del Acertijo, me llena de emoción poder ver cuales son las causas que motivan a estos personajes a tomar el camino del mal, todos tomamos ciertas decisiones vitales a lo largo de nuestra vida, y nosotros seremos testigos de ello.

La serie es ágil, dramática, con tintes oscuros que hacen que te sumergas en «Gotham», tiene grandes escenas de acción y avanza cronológicamente, rápido. Las actuaciones de Ben Mckenzie como James Gordon y Donal Logue como Harvey Bullock (mentor de James) son brillantes e hilarantes, juntos son como el ying y el yang, el negro y el blanco, el consomé y la barbacoa, combinación que todos necesitamos, pues no puede existir a lo largo de nuestra vida la pureza absoluta o la maldad total.
Hasta el momento, los cimientos de esta nueva serie gozan de la chispa y la grandiosa calidad actoral de Robin Lord Taylor (Oswald Cobblepot) quien interpreta a un psicópata que posteriormente pasará a llamarse «El Pinguino«, debemos poner mucha atención en él, pues podría sorprender a la crítica especializada y cautivar con su personaje, que a primera vista provoca confianza, «cae bien» pero a a la larga podría asesinarte con una botella, después de todo es un desquiciado mental. Escucharemos mucho de él, démoslo por seguro.
«Gotham» se transmite todos los lunes a las 21 hrs. por Warner. Independientemente de tu gusto por los superhéroes, ésta serie tiene con que defenderse por si sola, es intrigante y emocionante, es el suceso televisivo de lo que resta del 2014.
Nuestra Calificación: 4 de 5