El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) volvió a sorprender a los analistas económicos, al mostrar durante la primera quincena de abril una inflación de 4.69 por ciento anual, esta cifra resultó ser menor a la esperada por el consenso de especialistas consultados por Bloomberg, que estimaban una variación de 4.76 por ciento.
Durante las últimas siete previsiones que han realizado diversos analistas económicos en la plataforma Bloomberg, en cinco de ellas el resultado difundido por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) sorprendió a la baja, lo que indica un descenso más rápido de lo esperado por el Banco de México (Banxico).
En enero de 2017, los niveles inflacionarios rebasaron el objetivo fijado por Banxico (3 por ciento, más/menos 1 punto porcentual), y aunque a lo largo de 2018 su trayectoria ha apuntado a la baja, Alejandro Díaz de León, Gobernador del Banco de México prevé que el INPC se volverá a ubicar dentro del rango objetivo hasta el primer trimestre de 2019.
Alejandro Saldaña Brito, analista económico de Ve por más, comentó que la inflación de la primera quincena de abril se explicó en gran medida por la entrada en vigor de diversos subsidios eléctricos en 15 ciudades del país.
“En conjunto con un regreso en los precios de servicios relacionados al turismo (paquetes turísticos -9.66%) tras el feriado de Semana Santa, las bajas en el gas LP (-2.36%) y los retrocesos en frutas y verduras como el jitomate (-9.15%) incidieron de forma significativa a la baja en la variación quincenal”, señaló el analista de Ve por más.
En el agregado, el componente subyacente del índice (el cual contempla sólo el desempeño de los bienes y servicios de consumo, eliminando la volatilidad de los precios de agropecuarios y las tarifas predeterminadas como las de energéticos y transporte), llegó a 3.7 por ciento a tasa anual.

Al interior del componente, las mercancías aumentaron 4.44 por ciento anual y 0.27 por ciento quincenal, mientras que los servicios arrojaron un incremento de 3.06 por ciento a tasa anual y una contracción de 0.11 por ciento respecto a la quincena previa.
El componente no subyacente (que comprende los precios de bienes y servicios que son influenciados por factores externos como el clima o los mercados internacionales), tuvo una variación a tasa anual de 7.67 por ciento.
Durante el periodo de análisis se observó que los productos agropecuarios registraron un aumento de precios de 6.41 por ciento a tasa anual y una contracción de 0.46 por ciento quincenal, mientras que los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno reportaron un aumento de 8.44 por ciento anual y una disminución quincenal de 2.16 por ciento.
Delia Paredes, director ejecutivo de análisis económico de Banorte espera que la inflación continúe mostrando una tendencia a la baja, para finalmente cerrar el 2018 en 4.3 por ciento.
*Este artículo aparece primero en El Financiero Bloomberg