El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) acumuló cuatro meses consecutivos con una trayectoria descendente, al registrar durante el mes de abril una variación de 4.55 por ciento anual, su nivel más bajo en 16 meses, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Los niveles inflacionarios alcanzaron un techo de 6.77 por ciento durante el pasado mes de diciembre, registrando el aumento sostenido y generalizado de precios más alto en 17 años.
El ritmo descendente de la inflación ha ‘pisado el acelerador’ rumbo al objetivo establecido por el Banco de México (3 por ciento, más/menos un punto porcentual), pues la tasa inflacionaria resultó ser menor a la esperada por el sondeo de analistas consultados por Bloomberg, que estimaban una variación de los precios de 4.59 por ciento.
En los últimos tres meses, la cifra oficial revelada por el INEGI, se ha colocado por debajo de las estimaciones del mercado, de igual forma, en cuatro de las últimas seis quincenas, las previsiones se han quedado ‘cortas’ ante las cifras anunciadas por el organismo (con excepción de la segunda quincena de enero y la primera de marzo).
De acuerdo con Janneth Quiroz Zamora, analista económico de Grupo Financiero Monex, el descenso inflacionario durante abril se explicó principalmente por el retroceso en los precios de algunas frutas y verduras, de ciertos servicios de entretenimiento y en mayor proporción por el inicio de los subsidios de verano a las tarifas eléctricas.
Durante abril, los precios de la electricidad disminuyeron 13.86 por ciento luego de 6 meses consecutivos de alzas, mientras que el gas doméstico LP también reflejó una contracción de 5.80 por ciento, con lo que acumuló tres meses consecutivos de disminuciones.
Al interior del indicador se pudo observar que el componente subyacente, el que únicamente toma en cuenta los bienes y servicios de consumo, eliminando la volatilidad que suelen mostrar los productos agropecuarios y las tarifas autorizadas por el gobierno), llegó a 3.71 por ciento a tasa anual.
“Destacamos que el componente subyacente ya se encuentra dentro del rango objetivo de Banxico”, señaló Delia Paredes, director ejecutivo de análisis económico de Banorte.
Dentro del indicador subyacente, las mercancías reportaron una variación mensual de 4.35 por ciento, mientras que en los servicios mostraron un aumento de 3.15 por ciento.
Respecto al componente no subyacente, que es aquel que contempla los precios de bienes y servicios que son influenciados por factores externos como el clima o los mercados internacionales, reflejó una variación anual de 7.07 por ciento.
Se pudo observar en sus componentes que los productos agropecuarios mostraron su nivel más bajo en un año, al ubicarse en los 5.54 por ciento, mientras que los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno arrojaron una variación similar a la del mes previo, al reportar 8.19 por ciento a tasa anualizada.
La variación mensual de la inflación mostró una disminución de 0.34 por ciento, la más baja en la historia del INPC para un mes similar.
El riesgo de que la convergencia a la meta de Banco de México se desacelere continúa presente, “Sobre todo por la reciente depreciación del peso que podría mantenerse mientras que no se resuelvan los factores de incertidumbre que están causando la volatilidad cambiaria”, agregó la analista económica de Grupo Financiero Monex.
*Este artículo aparece primero en El Financiero Bloomberg.