Los referentes de calidad en el teatro son importantes. La cartelera teatral de la Ciudad de México es muy amplia, no importa el día o la época del año, siempre va a existir alguna opción para el espectador, por lo que el público tiene la dificilísima decisión de elegir cual obra desea ver entre tanta oferta.
Uno de los factores que el espectador puede tomar en cuenta al momento de elegir podría ser el teatro en el que se representa. Esta afirmación puede sonar muy superficial y banal, pues las paredes no actúan, pero si se encargan de recibir al invitado de honor: el público.
Un buen anfitrión siempre tratará de impresionar a sus invitados, y el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, ubicado en el Centro Cultural Universitario de la UNAM, se ha caracterizado por albergar montajes innovadores y llenos hasta al copete de calidad.
La Tequilera, fue escrita por Ximena Escalante, Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, y estuvo inspirada en la novela Me llaman la Tequilera de Alma Velasco, basada en la vida de la cantante vernácula, Lucha Reyes.
Debo admitir que no conocía absolutamente nada sobre dicha cantante, no ubicaba ninguna canción de ella, ni contaba con algún referente sobre su vida, pero eso no importa, no es necesario contar con antecedentes nostálgicos para disfrutar del montaje.
Si Lucha Reyes viviera en nuestros tiempos, la familia Kardashian o el canal MTV ya le habrían hablado por teléfono para hacer un reality show sobre su vida, un dramón de dramones. La cantante no podía disfrutar de las mieles del éxito, sin sufrimiento. Jamás dejan de sorprenderte los giros narrativos de la historia, a esta mujer le pasa de todo, y aunque disfrutó de un éxito arrollador, también sufrió como la selección mexicana enfrentando a Chile en una Copa América.
La propuesta escénica de La Tequilera es innovadora por donde lo veas, hace mucho tiempo que no me sorprendía tanto con la utilización de algún recurso teatral. Desde que los grandes musicales de Broadway llegaron a nuestro país, es cada vez más difícil sorprender a tu capacidad de asombro, pues ya nos «acostumbramos» a ver grandes castillos entrar a escena en un segundo o ver desfilar a decenas de animales entre nuestras butacas.
Bajo la dirección de Antonio Serrano, La Tequilera es una combinación de cine y teatro, pues durante toda la obra, un par de camarógrafos se encuentran transmitiendo todo lo que sucede en escena, por lo que puedes seguir la historia a través de una pantalla o fijarte únicamente en lo que acontece sobre el escenario.
Ambas situaciones funcionan tanto por separado, como juntas, cada toma transmitida totalmente en vivo a través de la cámara, se encuentra planeada y ensayada, al principio de la obra, cuesta trabajo creer que no sean grabaciones individuales las que se emiten en la pantalla, pues los efectos y los encuadres están muy bien cuidados, y los efectos conseguidos entran en el momento justo.

Para los muy quejumbrosos, podría resultar poco natural, que un par de camarógrafos sigan a los actores por todas partes, pero es una licencia creativa que el espectador le concede a la obra, por lo que llega un momento, en el que se te olvida eso, las brillantes actuaciones de Daniela Schmidt (Lucha Reyes) o Carolina Politi (mamá de Lucha) provocan que te «sumerjas» satisfactoriamente en el montaje.
La cantidad de utilería y escenografía utilizada durante el montaje es impresionante, llevar a cabo satisfactoriamente cada función requiere de precisión quirúrgica, debe ser todo un reto «por no decir pesadilla» para los stage managers de la obra, aquellos héroes anónimos que se encargan de que cada función corra como una función de estreno.
La temporada de La Tequilera ha sido muy corta, inició el 25 de mayo y terminará el próximo 2 de julio, pero casi podríamos asegurar que ésta obra dará más de si, aunque sea en otro teatro. Si esta propuesta escénica se presentara en Nueva York o en Londres, duraría años, pues existen diversos públicos objetivos, tanto personas que crecieron con la música de Lucha Reyes, como jóvenes dispuestos a vivir la experiencia de innovadoras propuestas teatrales.
Funciones: Jueves y Viernes 20:00 hrs., Sábados 19:00 hrs y Domingos 18:00 hrs. (Hasta el 2 de julio de 2017).
Duración: 90 minutos.
Teatro Juan Ruiz de Alarcón: Centro Cultural Universitario, Insurgentes Sur 3000, CDMX.
Precios: Jueves (jueves de teatro UNAM) $30.00 sin ningún tipo de credencial.
Viernes 4 al teatro x $200.00 Compra 4 boletos por $200.00 sin ningún tipo de credencial.
Viernes, sábado y domingo $150.00 • $75.00 con descuento
El descuento aplica a estudiantes de cualquier institución, con credencial vigente maestros de la UNAM, afiliados al INAPAM, jubilados ISSSTE e IMSS.