La relación comercial de México con Estados Unidos ya no debería de ser un tema polémico o escabroso durante el proceso electoral estadounidense, coincidieron expertos.
“El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), fue pasado por el Congreso tanto por demócratas como republicanos, no habrá mucho apetito para modificar este acuerdo, ya que toma mucho tiempo y capital político poder aprobar un acuerdo de este tamaño por el congreso de EU”, señaló Chandri Navarro, socia de la firma Hogan Lovells.
En las elecciones pasadas, Donald Trump calificó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) como el “peor tratado comercial en la historia de EU” por lo que prometió que de llegar a la presidencia, lo renegociaría, cuatro años después, los hechos dictan que cumplió su promesa, por lo que será un punto a favor para el republicano, agregó la especialista.
La experta en temas comerciales señaló que actualmente hay otros temas que requieren el foco de atención de ambos candidatos, como es el caso del manejo de la pandemia, por lo que no hay necesidad de meterse con un acuerdo que ya ha funcionado por más de 20 años.
“No creo que ningún partido desee realizar un cambio. Lo que si vamos a ver es que para ver si el acuerdo funciona, los demócratas querrán tomar acciones legales en la parte de derechos laborales”, dijo.
Además, si Donald Trump logrará la reelección presidencial y quisiera presionar a México con cancelar o modificar el T-MEC, el mismo acuerdo cuenta con un ‘candado’ para que no se le pueda ‘meter mano’ hasta 2026.
“En caso de reelegirse, Donald Trump no podría revisar el tratado, ya que el acuerdo únicamente sería revisable a partir del 1 de julio de 2026 y la administración de Trump terminaría en 2025, para efectos políticos esto es importante, ya que aunque Trump denuncie el incumplimiento del tratado, a él ya no le va a tocar”, señaló Mario Jorge Yañez, socio de la firma.
Por otra parte, si el candidato demócrata, Joe Biden, es el triunfador del proceso electoral, los especialistas de Hogan Lovells estiman que habrá un acercamiento más amistoso con México, incentivando una relación más sana y menos combativa.
“Vamos a ver un énfasis un poco más positivo con Biden, no creo que vaya a haber un cambio importante en la relación comercial, ya tenemos el T-MEC”, señalaron.
Asimismo, Juan Francisco Torres-Landa, socio de Hogan Lovells, destacó que si Joe Biden es el próximo presidente de Estados Unidos, la agenda ambiental será prioritaria, lo que podría significar una presión para la industria automotriz, “debemos tener mucho cuidado de no perder el foco en este tema”, dijo.
El especialista agregó que los tres grandes retos para la relación bilateral durante los próximos años serán la inseguridad, la infraestructura y la energía.
“Aunque la seguridad pareciera ser un tema ajeno a la industria, en el fondo no lo es, por que las inversiones dependen de ello, también requerimos infraestructura para evitar ‘cuellos de botella’ y que la política energética del país no afecte la competitividad de las plantas productivas”, dijo.
Destacó que las reciente decisiones en materia energética por parte del Gobierno de México están en colisión con el T-MEC, por lo que no sería extraño que dentro de poco tiempo, Estados Unidos comience a emitir reclamos, litigios o quejas formales al amparo del acuerdo.