Desde la explosión del Big bang, la curiosidad siempre ha andado tras los huesos de los gatos, y en esta ocasión, no fue la excepción.
Una vez que supe que el presidente Andrés Manuel López Obrador daría a conocer un texto donde ‘fundaría’ una ‘nueva economía’, la curiosidad me mató por completo.
Para el presidente es muy importante difundir la idea de que el Producto Interno Bruto (PIB) no debe de ser la vara con la que se mida el éxito de su Gobierno. Para él, lo más importante es el bienestar y la felicidad de pueblo, algo que es sumamente complejo de medir, debido a su subjetividad.
¿Porqué quiere difundir urgentemente esta idea?, por una sencilla razón: durante el primer año de la administración de AMLO la economía cayó 0.1 por ciento. El PIB del país no presentaba una contracción desde 2009, año en el que la crisis financiera sacudió a México y al mundo.
Y para terminarla de amolar, la crisis del COVID-19 (mejor conocida como Coronavirus) va a ocasionar que la actividad económica del país se desplome estrepitosamente durante 2020.
La crisis del 1995 y la de 2009 serán juegos de niños si se cumplen los pronósticos más pesimistas que vislumbran una contracción de doble digito para el PIB en este año.
De esta forma, habrá transcurrido un tercio del gobierno de la Cuarta Transformación con números rojos, la meta de crecimiento sexenal de 4 por ciento será imposible de alcanzar, a menos que la economía crezca a tasas superiores al 8 por ciento durante los cuatro años restantes (y eso jamás va a ocurrir).
Sería muy fácil que AMLO dijera que el coronavirus fue la causa del desplome de la economía mexicana, y no estaría equivocado, esa fue la razón principal que afectó a México y al mundo, pero no, el presidente detesta la idea de que los libros de historia dejen evidencia de que su administración fue incompetente, así que buscará cambiar la vara con la que será medido.
La mayor fortaleza de AMLO es su cercanía con la gente, no por nada ganó las elecciones con más de 30 millones de votos. Por eso quiere medir la felicidad de su base electoral, para de esta forma, presumir el éxito de su mandato.
Ya me lo puedo imaginar, cada trimestre, al medio día, el presidente organizará un ‘AMLO Fest’ donde le preguntará directamente a la gente: ¿Cómo se sienten? (Respuesta) “Te amamooooos, felices, viva AMLO”, ¿Verdad que estamos mejor que con los neoliberales? (Respuesta en coro) “Mueran los malditos, borolabots fuera, cárcel para Fecal”), ¿Seguimos con la 4T? (Grito ensordecedor) “AMLO 2024, ¡Claro!, Chiquiti bum a la…”.
Y así, todos los trimestres.
Por esta razón me pareció importante leer el ensayo de AMLO “La nueva política económica en los tiempos del coronavirus”, ya que necesitaba saber que propondría el presidente.
AMLO le puede llamar como se le de la gana al PIB, pero lo que realmente importa son los componentes que integran este indicador, que son el consumo, la inversión, el gasto gubernamental y el comercio (exportaciones e importaciones).
Estos temas no los puede hacer a un lado, lamentablemente no profundiza sobre estos temas en su texto, vaya, algunos de ellos ni siquiera los menciona, así que ya iniciamos mal.
El ensayo inicia con el siguiente párrafo:
“Como es evidente, el COVID-19 no es la causa principal de la recesión económica global. La pandemia solo vino a precipitar, en medio de un tremendo agotamiento, el derrumbe del modelo neoliberal en el mundo”.
AMLO, 2020.
Desde ese momento, ya no te dan ganas de seguir leyendo el ‘ensayo’, porque la mayoría de los países alrededor del mundo opinan lo contrario. La pandemia es un fenómeno único en la historia moderna y por supuesto que es la razón principal por la que se desplomó la economía a nivel mundial, ya que el confinamiento afectó el comercio, los servicios, las cadenas de suministros, el consumo, la inversión, sin mencionar que, lamentablemente, hubo miles de muertos.
Pero para él, es una oportunidad política para desterrar el neoliberalismo y ganar terreno. Así de claro.
Por esta razón, quiero ahorrarles la molestia de leer 30 páginas de un texto que no dice nada nuevo ni interesante.
El 90 por ciento de este texto lo ha repetido hasta el cansancio en las mañaneras, son copy paste de lo que él mismo dice (fuente: “We, créeme”), y son datos actualizados de los programas sociales que brinda el gobierno.
LO RESCATABLE
- El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), representará un campo enorme de negocios. “Ya sabemos que este acuerdo se firmó hace 28 años y que su aprobación en esta nueva etapa comenzó en el gobierno anterior, pero a nosotros nos correspondió terminar el proceso de negociación, mejorar su contenido y nos tocará comenzar su aplicación”.
- Está mejorando la recaudación, “En estos tiempos, hemos iniciado denuncias civiles y penales contra 15 grandes corporaciones que en conjunto deben al erario 50 mil millones de pesos”.
- El estado no será gestor de oportunidades, sino garante de derechos. “las oportunidades son circunstancias azarosas y temporales o concesiones discrecionales sujetas a término que se le presentan a un afortunado entre muchos y pueden ser aprovechadas o no; los derechos, en cambio, son inmanentes a la persona y al colectivo, irrenunciables, universales y de cumplimiento obligatorio.
LO PREOCUPANTE
- La fórmula que estamos aplicando para remontar esta crisis transitoria, es la suma de cinco elementos básicos: democracia, justicia, honestidad, austeridad y bienestar. “Ya rompimos el molde que se usaba para aplicar las llamadas medidas contracíclicas que solo profundizaban más la desigualdad y propiciaban la corrupción en beneficio de unos cuantos”. (Prácticamente, no hará nada).
- Creer que sus programas sociales… ¡explican el éxito para mitigar los contagios del COVID-19!, (Increíble, pero cierto) “No debo dejar de señalar que los recursos dispersados por medio de los programas sociales han sido unos de los factores que explican el éxito en la reducción de la movilidad y las medidas de confinamiento adoptadas para mitigar los contagios de COVID-19. Sin minimizar la conciencia social y la solidaridad exhibidas por todos los sectores de la sociedad en esta crisis, es claro que millones de beneficiarios de esos programas han podido permanecer en sus viviendas porque disponen de un ingreso que les permite solventar al menos las necesidades más acuciantes”.
- En vez de incentivar el consumo… lo juzga. “Imaginemos lo importante que sería en lo personal y colectivo que le bajáramos al consumismo, a las extravagancias y se disminuyera la frivolidad; que en vez de ser uno de los países donde más se compran productos de lujo pasáramos a ser, lo más pronto posible, uno de los pueblos más sobrios, con menos ostentación, derroche y, sobre todo, con menos desigualdad social”.
- No sabe leer e interpretar gráficas. El resentimiento que le tiene a la administración de Carlos Salinas de Gortari (expresidente de México en 1988-1994), hizo que incluyera una gráfica donde durante el sexenio de Salinas, se observaron altos niveles de desigualdad… pero, a lo largo de los años, el índice de Gini demostró que fue bajando. Lo que prácticamente despedaza la tesis de este ensayo.
“En el caso de nuestro país, la prueba más fehaciente del fracaso de la política neoliberal se advierte con claridad en lo sucedido durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). En ese tiempo fue cuando más se acumuló riqueza en pocas manos y la economía creció a una tasa promedio anual de 4 por ciento, como en ningún gobierno de 1983 a la fecha. Recuerdo que, en julio de 1988, éramos el lugar 26 entre los países del mundo con más multimillonarios; en 1994 México escaló el cuarto sitio, solo por debajo de Estados Unidos, Japón y Alemania. Sin embargo, y esa es la gran paradoja, ese fue el sexenio en el que más se incrementó la desigualdad en la historia moderna de México. Véase la gráfica adjunta elaborada con datos del Banco Mundial y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)”.

El ensayo del presidente López Obrador carece de datos y cifras que se puedan comprobar y que argumenten porque nadie debe pelar el PIB. Cualquier profesor de Universidad desecharía un trabajo así (excepto las Universidades Benito Juárez, donde serían aprobados con mención honorífica).
Lo malo es que, no debemos esperar un texto serio y estructurado por parte de él, el Plan Nacional de Desarrollo de su sexenio es un ejemplo de esto, pero, si AMLO buscó por 18 años la presidencia de México, ahora debe rendir cuentas, y los indicadores económicos son una de las mejores herramientas que tenemos a nuestra disposición para saber si vamos por el camino correcto.
“Lo que se mide, se puede mejorar”, no lo olvide presidente.