Todo el mundo sabe que son inteligentes pero nadie les entiende. Con ésta frase el economista, político y maestro Rolando Cordera intentó romper la solemnidad del homenaje que le rindió la Facultad de Economía de la UNAM durante la XXXV Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.
Yo conocí al maestro Cordera cuando ingresé a estudiar economía en Ciudad Universitaria, recuerdo que la primera clase que tuve fue la de Investigación y Análisis Económico I (materia que él suele impartir todos los años). Lamentablemente, para ésta materia los grupos de 40 estudiantes se dividen en 2 bloques, y para mi mala suerte, a mi me tocó con un profesor que sólo hablaba de sexo y de frutas (no me pregunten porqué) mientras que el resto de mis compañeros tuvieron la fortuna de recibir cátedra del maestro emérito Rolando Cordera.
Mientras nosotros cada semana sabíamos un poquito más sobre diferentes marcas de condones o reflexionábamos el porqué era importante comer una fruta diferente todas las mañanas, mis compañeros del otro bloque sólo me hablaban maravillas de las clases de Cordera, dónde la polémica y la provocación eran la base de su método didáctico.
Como un reconocimiento a su trayectoria, un conjunto de colegas, amigos y alumnos decidieron compartir sus puntos de vista y experiencias en un libro titulado: «Rolando Cordera Campos, economista, político, maestro.» coordinado por el Dr. Ciro Murayama. El contenido del libro está dividido en 4 vertientes: 1) el compromiso político del intelectual con la izquierda y la libertad, 2) Economía: el compromiso con el desarrollo y la inclusión, 3) El compromiso con la universidad pública y los derechos y 4) Maestro insustituible de generaciones de economistas mexicanos.

Entre los colaboradores del libro se encuentran los ex rectores de la UNAM, Jorge Carpizo y José Sarukhán; el director de la revista Economía UNAM y Secretario de Hacienda y Crédito Público de 1977 a 1982, David Ibarra; el director de la Facultad de Economía, Leonardo Lomelí; el ex director del Banco de México, el Dr. Carlos Tello; El consejero ciudadano del Instituto Federal Electoral entre 1993 y 2003, José Woldenberg y el actual rector de la Universidad, José Narro Robles; entre muchas otras aportaciones muy destacadas.
Resulta motivante como estudiante de la UNAM escuchar de viva voz del maestro emérito Rolando Cordera, que los dos puntos clave que él consiguió llevarse para siempre de sus estudios universitarios fueron las ideas y la cultura, pues para ser un buen economista, debe haber una preocupación genuina con las problemáticas de la sociedad, no se puede ir por la vida ganando premios de revistas internacionales, sentado muy cómodamente desde un despacho de la Secretaría de Hacienda.
En palabras tomadas del ya mencionado libro, el actual rector de la UNAM, José Narro, describe al profesor Cordera como «un personaje que sabe hacerse escuchar porque tiene la capacidad de sugerir métodos, porque tiene una enorme facilidad para analizar cosas, para poner en claro los contextos en los que están pasando las situaciones y, en consecuencia, sabe hacerse escuchar.«
Cuánto necesita nuestro país verdaderos actores políticos de «izquierda» como Rolando Cordera, cuánto necesita nuestro país economistas que se preocupen por los intereses ciudadanos y que puedan ver más allá de un indicador económico, afortunadamente la Universidad Nacional Autónoma de México aún cuenta entre sus filas con un verdadero maestro, que aunque directamente no pueda darle clases a los casi 5 mil alumnos de la Facultad de Economía, su popularidad o sus intervenciones en «La opinión de…» dentro del noticiario de Joaquín López-Dóriga (por decir un ejemplo) nos obliga a investigar y a adoptar lo mejor de él, después de todo los economistas siempre actúan en dos etapas, en la primera se la pasan realizando proyecciones y en la segunda explicando el porqué fallaron sus predicciones.