«El equipo tricolor tiene mucho corazón y en la cancha lo demostrarán» cantaban extremadamente animosos los jugadores que representaron a nuestro país en el Mundial México 86, incluso el canal de videos musicales VH1 incluyó éste tema dentro de su ranking de las 100 mejores canciones de los 80´s.
En esa ocasión, la oportunidad de organizar nuestra segunda Copa del Mundo (la primera fue en 1970) nos llegó de rebote, pues el organizador original de la justa futbolística era Colombia, pero la FIFA tuvo que retirarles la sede al no cumplir con los requisitos mínimos.
Así que como a los mexicanos casi no nos gusta el futbol, nuestra entusiasta nación entró al rescate y tomó las riendas de la organización, pese a la adversidad económica que representó el temblor del 85 (a tan sólo ocho meses de la inauguración).
Los dos mundiales que ha organizado nuestro país han sido un éxito, basta recordar que el Estadio Azteca albergó el épico partido del siglo entre Alemania e Italia en las semifinales de México 70 y de pilón, también vio alzar el trofeo de campeones del mundo a los dos máximos referentes históricos del futbol: Pelé y Maradona.

Recordar es volver a vivir, siempre podremos recurrir a los videos, documentales y recortes de periódico de aquellas épocas pero… y si las actuales generaciones quisiéramos vivir y disfrutar en carne propia de ésta experiencia… ¿México tendría la capacidad de volver a ser anfitrión de una Copa del Mundo? Todo esto sale a colación por las declaraciones que hizo el presidente de la Concacaf, Jeffrey Webb, en las que destacó que la máxima prioridad de su administración es volver organizar un mundial en la región.

Nuestra oportunidad de oro sería en el año 2026, pues ya habrían transcurrido 32 años desde que la Concacaf organizó una Copa del Mundo (Estados Unidos 1994), y las únicas opciones viables son EUA, México y Canadá. Lamentablemente para los centroaméricanos, que también forman parte de nuestra región futbolística, no pueden ser ni siquiera considerados, pues carecen de la infraestructura adecuada para albergar un torneo de éstas dimensiones. Tendría que unirse toda centroamérica en una candidatura y yo creo que ni así, pues los únicos países que tienen estadios mas o menos decentes son Costa Rica (China les donó su Estadio Nacional como símbolo de su amistad, ¿No es acaso tierno?) Honduras y El Salvador (México les donó los planos para que construyeran el Estadio Cuscatlán, basado en el Camp Nou de León) y pues párenle de contar.
Por otra parte, Canadá carece de una liga de futbol y de una selección nacional respetable, y si nos basamos en las declaraciones del presidente de Concacaf en las que mencionó que la prioridad la tendrá aquel país que sea capaz de ser campeona del mundo, pues descartamos por completo a los de la hoja de maple.
Así que sólo quedan Estados Unidos y México. Ambas selecciones tienen el potencial para llegar a las instancias finales de una Copa del Mundo. Para muchos comentaristas especializados, los mundiales empiezan a partir de los octavos de final, pues consideran que la fase de grupos es aburrida y alberga muchas selecciones que están muy por debajo del nivel de las potencias (a los que se suelen denominar como participantes), incluso en la fase de octavos todavía «sobreviven» varios equipos con deficiencias (los competidores). Es hasta los cuartos de final cuando los contendientes se enfrentan entre si (los mejores ocho equipos del planeta).
De vez en cuando hay un caballo negro en la competencia, que no es otra cosa que un equipo del que no se espera gran cosa y logra colarse a semifinales (Por ejemplo: Croacia en Francia 98, Turquía en Corea Japón 2002 o Uruguay en Sudáfrica 2010) a eso es lo que aspiran tanto Estados Unidos como México.
Siendo realistas, considero que México no está preparado para volver a ser anfitrión de una Copa Mundial. Estas son tan sólo algunas de las razones:
DEPORTIVAS
- Ningún país ha sido sede de un mundial 3 veces.
- La mayoría de las selecciones que han sido sede mundialista (excepto México, EUA, Japón y Sudáfrica) se han ubicado durante su mundial (o en alguno inmediatamente posterior) entre los mejores cuatro equipos del mundo, por lo que ser anfitriones no nos ayudó a trascender.
- Si bien el nivel del futbol mexicano se ha mantenido (Brasil y México son las únicas selecciones nacionales que siempre han avanzado a la siguiente ronda de las fases finales mundialistas, desde Estados Unidos 94) nos hemos quedado estancados, no hemos logrado ganar la Copa América y ya no somos considerados los gigantes de Concacaf.
- No tenemos procesos serios. El único entrenador que ha logrado completar un ciclo mundialista durante la última década fue Ricardo Lavolpe en Alemania 2006. En Corea/Japón 2002, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014 se cortó el proceso de Enrique Meza, Hugo Sanchéz y José Manuel de la Torre, respectivamente.
ECONÓMICAS
- La situación económica del país no permitiría financiar un Mundial. A pesar de que se mantiene cierta estabilidad macroeconómica (baja inflación y una importante acumulación de reservas internacionales) en la década de 2001 y 2009 tan sólo crecimos un 1.3%, mientras que América Latina creció lo doble (en promedio 3.1%).
- La banca presta poco. El crédito que se otorga en nuestro país equivale al 21% de nuestro Producto interno bruto, mientras que Brasil, próximo organizador del mundial 2014, alcanza hasta el 50% de su PIB. Sin crédito no hay inversiones, sin inversiones no hay crecimiento ni infrastructura que nos pueda colocar a la vanguardia mundial.
- México tendría que remodelar todos sus estadios y/o construir nuevos, pues la mayoría de los estadios en 2026 serían obsoletos para cumplir los estándares que pide FIFA.
- La ciudad de México y los estados de la República Mexicana que deseen ser sede, tendrían que hacer cuantiosas inversiones en aeropuertos (la mayoría han llegado a su máxima capacidad o son obsoletos).
Y sobre todo…
- Existen otras prioridades (deberían existir, más bien dicho). Actualmente, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) existen 53.3 millones de pobres en México. Hay cosas más importantes en las que pensar, el futbol sólo es lo más importante… de lo menos importante.
REFLECTOR
Ya salió a la venta el álbum Panini del mundial de Brasil 2014, esta tradición surgió justamente hace 44 años, en el mundial de México 70. El álbum tiene un precio de 20 pesos y los sobres con 5 estampas, 6 pesos. Este mundial habrá que coleccionar 648 «láminas». También podrás encontrar apps para tu teléfono móvil, que te permitirán saber que estampas tienes y cuáles te faltan con mayor facilidad (la app oficial de la empresa italiana se llama Panini Collectors y está disponible para iOS y Android).