El incremento de precios para los productores del país registró su nivel más bajo en los últimos cuatro años, al registrar una tasa anual de 2.48 por ciento en junio.
Para Alejandro J. Saldaña, gerente de análisis económico de Grupo Financiero Ve por Más, el comportamiento de los precios al productor durante el cierre del primer semestre del año es considerado como una buena señal, ya que de esta forma, existen menos riesgos de generar presiones en los precios que puedan ser trasladadas al consumidor final.
“Vimos una moderación importante, aunque no fue un comportamiento generalizado, ya que aunque en las actividades industriales registraron menores presiones en los precios, las actividades vinculadas con el campo y los servicios presentaron mayores costos para los productores”.
El especialista de Ve por Más resaltó que en términos generales, las actividades productivas se han beneficiado de la caída de los precios del petróleo, ya que en términos anuales la referencia internacional está 22 por ciento por debajo de lo que se cotizaba hace un año.
Por grupos de actividades económicas, los productores que se desempeñan en actividades secundarias (minería, utilities, construcción o industrias manufactureras), percibieron la mayor reducción en sus precios de producción, al presentar una tasa inflacionaria de 1.44 por ciento a tasa anual, su nivel más bajo en cuatro años y medio.
Al interior de esta actividad se observó que la inflación del productor en la minería disminuyó en 6.34 por ciento, por lo que ya acumuló dos meses a la baja.
En el sector de la construcción, los precios presentaron un alza de 3.06 por ciento anual, su menor nivel desde julio de 2014, mientras que las industrias manufactureras percibieron un incremento de 1.38 por ciento en comparación de las cifras registradas durante junio de 2018.
Subyacente se resiste a bajar
Por otra parte, el índice subyacente, aquel que excluye de su medición los productos de alta volatilidad de precios, continuó mostrando resiliencia a disminuir, al registrar un repunte de 3.85 por ciento a tasa anualizada, cifra superior al 3.77 por ciento reportado en mayo.
Para Alberto Ramos, economista para Latinoamérica de Goldman Sachs, la resistencia a disminuir que ha venido presentando la inflación subyacente requiere monitoreo, en particular para detectar si el incremento a los salarios pudiera estar ejerciendo presiones en los costos de los consumidores.
A vez, la inflación anual ascendió a 3.95 por ciento a tasa anual durante junio, su nivel más bajo en los últimos cuatro meses, con lo que regresó al objetivo fijado por Banco de México, establecido en 3 por ciento más/menos un punto porcentual, meta que no se cumplía desde febrero pasado.
Los precios de los energéticos presentaron un crecimiento anual de 2.51 por ciento, la cifra más baja desde enero de 2017, lo que favoreció en gran medida la moderación en la inflación.
De manera desagregada, se observó que la gasolina Magna registró un incremento anual de 6.34 por ciento, mientras que la gasolina Premium se ubicó en 6.24 por ciento, en ambos casos, su menor nivel en dos años y medio.
El diesel también reportó una desaceleración en sus precios (6.17 por ciento anual), cifra menor al 6.76 por ciento registrado durante el mes precedente.
A su vez, el gas doméstico natural desaceleró a una tasa de 4.52 por ciento anual, mientras que el gas LP registró una disminución de 7.94 por ciento en comparación de junio de 2018. Las tarifas eléctricas subieron 1.93 por ciento anual, cifra por debajo de 3.14 del mes anterior.
*Este artículo aparece primero en El Financiero Bloomberg.