Las principales mezclas de petróleo cerraron la semana pasada con pérdidas, debido en gran medida al nerviosismo que ha provocado la variante delta en algunas regiones de Asia.
El West Texas Intermediate (WTI) finalizó la semana cotizando en 67.99 dólares por barril, lo que representó una reducción de su precio de 0.42 por ciento, mientras que el precio del Brent cerró en 70.23 dólares por barril, cifra inferior en 0.66 por ciento respecto al día anterior.
En tanto, la mezcla mexicana cerró el 12 de agosto en 65.22 dólares por barril, lo que significó una ligera reducción de 0.03 por ciento, según Banco de México.
De acuerdo con un reporte de Banco Base, el incremento en el número de casos del coronavirus podría provocar que una menor demanda de energéticos, esta incertidumbre fue la que provocó presión en los precios de los energéticos durante la última semana.
“En China, las autoridades anunciaron el cierre parcial del puerto Ningbo-Zhoushan, uno de los principales puertos de carga, debido a que se identificó un nuevo brote de coronavirus entre los trabajadores. La noticia genera incertidumbre pues se teme que otros puertos comiencen a imponer restricciones, afectando aún más las cadenas de suministro globales”, señaló la institución bancaria.
Incluso, la Agencia Internacional de Energía (IEA) abonó incertidumbre en su último reporte, ya que recortó sus proyecciones de demanda mundial de petróleo para el resto del año en 550 mil barriles diarios, ante el resurgimiento de la pandemia.
Al respecto, Norbert Rücker, director de economía e investigación de Next Generation en la firma Julius Baer, apuntó que esta turbulencia debería ser temporal, sobre todo porque la demanda de petróleo del mundo occidental está de vuelta en los niveles prepandémicos o, incluso, por encima de ellos.
“Mantenemos una visión neutral y vemos que los precios del petróleo oscilarán los 70 dólares”, dijo.
Hacia adelante, el especialista visualizó dos escenarios. “A corto plazo, la dinámica de la demanda del mundo occidental debería seguir impulsando los precios del petróleo, y se necesitarían retrocesos pandémicos significativos en Asia para descarrilar estos fundamentos sólidos”.
Mientras que a largo plazo, el directivo de Julius Baer pronosticó que la producción se pondrá al día con el consumo, a medida que los países productores de petróleo alivien sus restricciones de producción y el negocio del combustible continúe expandiéndose.